Ha estallado la primavera en España!

 

 (Nota: Sí, ay sé que esto es un blog de Yoga. Pero si lees hasta el final verás que política lo es todo. )

Lo que está pasando estos días en España me pone los pelos de punta. Qué suerte tengo de poder estar aquí y ver que la gente no está muerta ni dormida, como pensaba. A pesar de la tele, el fútbol y la des-educación, algo ha pasado para que todos esos que a diario se cruzaba por la calle o en el autobus, sin mirarse, agobiados pensando cada uno en lo suyo (como si sólo fuera suyo: la angustia de vivir hipotecado, de que tener un trabajo sea un milagro,

Pues bien, esa gente, desde ayer, han dejado de ser extraños. Se acercan a mirar y a hacer masa, se escuchan y se aplauden los unos a los otros, llevan bebidas calientes a los más aguerridos que se quedan de noche a guardar el fuerte…esto es de lo más conmovedor que he presenciado en mi vida. Sólo hacía falta que algunos, los chicos y chicas listos de la clase, tan jóvenes, nos recordaran que NO tiene porqué ser asi: que el dinero valga más que las personas no es ninguna ley natural que no se pueda cambiar!

Vuelvo de mi segunda misión en Haiti un poco desencantada y cabreada porque el sistema, también, engulle el trabajo humanitario y, lo siento, pero es imposible que puedas simpatizar y entender lo que está viviendo un haitiano que todavía aun duerme con su familia en una tienda, si eres un empleado de la ONU y cobras 6000 dólares al mes («nuestra miseria, vuestros empleos») .

 Y regreso a España pensando en toda la suerte que tenemos, o teníamos: yo siempre he pensado que vivía protegida: he podido estudiar casi todo lo que he querido, he ido al médico cada vez que lo he necesitado, he caminado por la calle de noche sin que me pasara nada y siempre he pensado que ésto seguiría así para siempre. Claro que siempre ha habido cosas de las que quejarse, pero cada vez que he vuelto a España de mis viajes he pensado lo afortunados que somos aquí.

Y quiero seguir pensando lo mismo. No quiero que lo estropeen todo con sus crisis ficticias, no quiero que mis sobrinos vayan a vivir peor que yo.

La Política no es sólo lo que hace esta gente mentirosa, ávara e irresponsable. política, con minúscula, hacemos cada vez que nos  tenemos que poner de acuerdo con otros humanos para tomar decisiones, para hacer cosas. Las negociaciones, los intereses de cada uno, la comunicación, todo eso es política. Y lo que estoy viendo yo en esta Primavera española no es más que política de la buena: no hay más que buenas intenciones, porque ahora ya hemos aprendido que todos somos uno.

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