Ayuno de Tres Días
Estoy haciendo un ayuno, y me lo he pensado mucho antes de escribirlo aquí porque soy muy consciente de todo el peso y de toda la confusión que hay respecto al hecho de comer, y no me gustaría nada animar a nadie a hacer cosas que no le van a sentar bien.
Yo hago el ayuno no para perder peso, sino como un método de limpieza y descanso, y lo hago en el contexto de mi preocupación por alimentarme de manera saludable; y no solamente por estar delgada.
Una vez hecha esta aclaración, puedo explicar que aprendí algo sobre ayunos cuando trabajé en un centro en Portugal que se dedica exclusivamente a ellos (www.moinhos-velhos.com). Si bien no puedo compartir el entusiasmo de los fundadores de este centro, que atribuían al ayuno efectos cercanos a lo milagroso, sí que me parece una manera maravillosa de “descansar”, de darle un respiro al cuerpo. (Estar de vacaciones y atiborrarse de comida y alcohol no cuenta como descanso para tu hígado y para el resto de tu organismo).
La especialidad de Moinhos Velhos son los ayunos a base de zumos de frutas de 10 días de duración, complementados con hierbas desintoxicantes, yoga, saunas, masajes y limpiezas de colon diarias. Bastante duro para la mayoría, y no sólo físicamente: la falta de comida nos deja desnudos emocionalmente, nos hace sentirnos tristes y vulnerables. Recuerdo sentir mucha simpatía por los ayunantes que se levantaban a las 8 de la mañana para hacer una clase de yoga conmigo (que por cierto, era bastante completita: una clase Sivananda con las doce posturas). Pero a partir del cuarto o quinto día empezabas a ver caras y ojos brillantes, la mayoría se encontraban encantados, llenos de energía y preparados para eliminar hábitos tóxicos de sus vidas cuando volvieran a casa después del ayuno.
Yo nunca hice un ayuno tan largo, he hecho ayunos más cortos y en diversas variantes (zumo de fruta, noni, ayuno total de un sólo día). Me propuse hacerlo dos veces al año, en los cambios de estación, pero el último que intenté hacer este verano no duró más de día y medio: estaba despistada y no en el mejor marco mental. También es un poco más difícil cuando vives con otra gente que sí come, pero no imposible.
Este qu estoy haciendo ahora no lo tenía planeado, pero mi cuerpo parece que está llorando por él. Las celebraciones navideñas han sido pantagruélicas, y no me estoy quejando, creo que esta demostración de abundancia (este potlatch para los que sepan de antropología) es sana y necesaria una vez al año, pero sin duda deja secuelas. Yo me siento pesada y llena de moco, y lo peor es que se afecta mi estado de ánimo: me encuentro más letárgica pero también más nerviosa.
Así que espero que este ayuno me ayude a eliminar moco, toxinas, a darle un respiro a mi sistema que espero que se refleje en una mente más clara y una actitud más despierta.
Los pormenores de mi ayuno son:
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Duración: 3 días
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A base de jugos de frutas y verduras: 3 vasos al día: naranja, mandarina, zanahoria, pepino,….Lo que haya en el mercado, evitando obviamente cosas como uvas y plátanos.
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Además de los jugos: infusiones de hierbas (nunca té): jengibre, vervena, anís, tomillo,…
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Cada mañana, un vaso de agua caliente con limón. Antes de cada jugo, un poco de arcilla disuelta en agua caliente. Ayuda a limpiar y además te da sensación de estar llena.
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Cantidad de agua, para ayudar en el proceso de eliminar las toxinas. De nuevo, también ayuda con la sensación de hambre.
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Los lavados colónicos son un poco difíciles de improvisar. Yo me hago un invento casero que me hace un lavado suave, pero si quieres algo más profundo deberías buscar alguna clínica donde los hagan. El resultado es realmente dramático, se acumulan demasiados tóxicos en el colon (más todavía en los comedores de carne).
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Y todo esto con la esterilla de Yoga siempre a punto. Mi recomendación aquí es escuchar lo que te pide el cuerpo: tal vez algo muy suave el primer día, tumbarte, alguna torsión, y sólo ir más allá si de verdad sientes que quieres hacerlo. Meditar te ayuda a estar en el estado mental adecuado, y a encontrarle sentido al ayuno. Otras prácticas yogas, como la limpieza de senos nasales , complementan la limpieza total.
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Apoyarse psicológicamente a uno mismo dándose comfort, estando abrigado, leyendo textos que nos inspiren, y mejor aún si tenemos compañía que nos ayude en esto. Es normal sentirse un poco triste a ratos, sobre todo el primer día cuando la sensación de hambre es bastante fuerte, pero enseguida se ve reemplazada por la sensación de libertad que proporciona detenerse a mirar tus hábitos cotidianos y darse cuenta de que pueden cambiarse.