Sentir el cuerpo
Quiero contaros el recuerdo de mis primeras experiencias cuando comencé a practicar yoga y espero que os resulte divertido.
En la primera clase, durante la relajación el profesor nos indicó en un momento de la misma que mentalmente recoriéramos los dedos de las manos, e intentáramos sentir las diferentes sensaciones de cada uno de ellos, a lo cual yo me dediqué, y que pasó?
Que mis dedos de las manos eran una entelequia, es decir yo sabía que estaban allí pero no los sentía, ni siquiera a todos juntos, como iba a sentir cada uno de ellos?
Cuando acabó la clase se lo comenté al profesor y el me respondío que me diera tiempo.
Hete aquí que después de varias clases intentando el mismo trabajo se hizo la luz y fui capaz de sentir cada uno de los dedos de mi mano, y efectivamente las sensaciones que recibía de cada uno me permitía diferenciarlos uno por uno.
Ni que decir tiene que cuando acabé la clase estaba mas contenta que un niño con zapatos nuevos, por fin era capaz de sentir mis dedos, esto fue un descubrimiento tan maravilloso y fantástico, que creo que si me hubiese tocado la lotería no tendría tal satisfacción interna.
Hoy se lo cuento siempre a mis alumnos principiantes, y os prometo que la cara que ponen algunos, me da a entender que creen que la profe está tan loca como creí yo en su momento del mio.
Así que os prometo que la experiencia de sentir el cuerpo no tiene para mí comparación con ninguna otra sensación que haya podido tener antes.