Postura de la esfinge

la esfingeAntes cuando describí bhujangasana hice especial hincapié en que tuvieras en cuenta el esfuerzo o las molestias en la zona lumbar y que si esto sucedía debías variar y realizar la postura de la esfinge.

Pues bien como lo prometido es deuda ahora te explicaré esta asana.

La postura de la esfinge te podrá recordar las esfinges de Egipto, pues así es la postura que adopta el cuerpo durante la asana.

Lleva la atención al igual que en la postura de la cobra a tus pies y piernas apoyadas y empujando el suelo.

Coloca ahora elevando el tronco tus codos en línea recta debajo de tus hombros, y la separación de tus manos en el suelo también debe respectar la separación de tus hombros.

Todo el antebrazo, debe permanecer apoyado en el suelo.

Con el empuje de los antebrazos y manos en el suelo comienza a impulsar el pecho hacia adelante y hacia arriba, y observa que ahora no debe haber ningún tipo de esfuerzo de tu zona lumbar, y mantén la asana durante algunos segundos.

Esta asana te ayudará de fortalecer no solo la zona dorsal, sino también la zona lumbar si mantienes el empuje de pues piernas hacia el suelo, pero sin producirte ningún tipo de esfuerzo ni molestias, además de permitirle permanecer en ella con comodidad y durante más tiempo.

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