Derribando los mitos de los profesores de yoga .
Sabes casi siempre cuando practicas yoga creas la idea equivocada de que los profesores o maestros de Yoga, son seres tan especiales que por ejemplo no eres capaz de pensar en ellos como personas, y por lo tanto se crea el mito de que son casi perfectos, y no solo eso sino que también se crea la falsa imagen de que todo su mundo es alrededor del Yoga.
Por poner un ejemplo, no ves a los profesores de yoga como personas como tú, es decir con sus virtudes y sus defectos, y te aseguro que los tenemos.
En el mundo de los profesionales del yoga, hay un defecto bastante generalizado, y es lo que yo llamo la «Enfermedad del EGO» .
Y que significa ésto, pues que cuando das clases de yoga, es normal que los alumnos te agradezcan cuando sienten que ha sido una clase estupenda, y ésto cuando llevas algún tiempo dando clases, a muchos les va engrandeciendo el EGO.
De tal modo que cuando uno sólo se dedica a la enseñanza de yoga, produce en muchas ocaciones que se lo acaben creyendo, y que de modo consciente o inconsciente se retroalimenta ese ego y se engrandece.
Por ponerte un ejemplo, yo además de dar clases de yoga, doy clases de informática, y por supuesto no voy pregonando que soy profesora de yoga, ni tampoco que doy clases de informática, para mí esto es algo natural; quiero decir no hay ninguna contradicción entre ambas ocupaciones, las dos son mis vocaciones y los dos mundos me apacionan.
Pero cuando por ejemplo entre los compañeros de informática, digo que soy profesora de yoga, la cara de incredulidad es la reacción más natural del mundo, y viceversa, cuando mis alumnos de yoga se enteran que además doy clases de informática, no se lo creen, ya que piensan que la espiritualidad del yoga te debería apartar del mundo en el que vives.
Y esto sin duda es producido por ese Mito que se crea entorno a los profesores de yoga.
Así que cuando pienses en tu profesor de yoga, por favor, piensa que es una persona como cualquier otra, con unos conocimientos y una vocación específica, pero que por supuesto tiene tantos defectos como tú y como cualquier otro ser humano, o puede que en ocasiones más. A pesar de que el mito no se derribe, al menos intenta no agrandarlo.
Sé crítico, no lo etiquetes como un ser superior, porque no lo es.